en la pareja, con amigos o porque están tratando a alguna persona cercana de forma injusta con lo que nos disfrazamos de salvadores y salvadoras yendo al rescate, solucionando (o no) lo que haga falta.

La justicia muchas veces se esconde en nuestros comportamientos, por eso si en esos momentos te preguntas si estás siendo just@ contigo, probablemente obtengas una respuesta negativa. Por ejemplo, si te mueve por dentro esa injusticia porque te has sentido poco valorad@ en el trabajo, después de que has trabajado como la que más, te has quedado más horas de las que debías, llegando incluso a tener problemas con tu entorno más cercano ya que no les dedicas el tiempo suficiente y te dices algo parecido a “Es que no es justo, con la de horas que hago cada día, ni siquiera me han reunido para decirme lo contentos que han de estar conmigo por todo lo que hago para esa empresa, me dan cada vez más trabajo, hago más horas pero no me dicen nada de aumentarme el sueldo…. ”
¿Estás siendo just@ contigo diciendote esto?, en este caso para aplicar esa justicia que reclamas has de darte cuenta que puedes poner límites o ¿acaso no es lo que le dirías a una persona cercana que pasase por esto?, puedes hacer tu horario ya que ¿estas siendo just@ con las personas que se necesitan para cubrir tantas horas y que la empresa no quiere pagar? puedes pedir un aumento de sueldo ya que han aumentado tus responsabilidades y ¿es justo que no pidas lo que te mereces?.

Es solo un ejemplo, pero te puedes hacer la misma pregunta con cualquier tipo de relaciones ¿es justo que las demás personas hagan algo mal y yo sea la que tenga que sufrir o sentir ira o estar enfadad@?.

Así que la pregunta es haciendo ese papel que tanto te gusta de justicier@, ¿estás siendo just@ contigo?.

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